56. Este es el número
de notas de prensa, con sus respectivas llamadas telefónicas de seguimiento,
que el otro día recibió un periodista de un medio de comunicación generalista.
Y me dice que está seguro que la media diaria es todavía más alta. ¿Os
imagináis qué puede hacer un periodista con 56 comunicaciones de fuente? Sí,
eso es: la mayoría de notas de prensa van directamente a la papelera.
Contextualicemos: la
crisis del sector está dejando las redacciones cada vez más vacías. Los
periodistas tienen asignados más temas a tratar y, por tanto, disponen de menos
tiempo para contrastar informaciones. Y lo más peligroso para nosotros, los
Dircom: las notas de prensa insulsas, mal redactadas y focalizadas en
temas banales y sin interés periodístico van al alza.
Ante esta situación,
¿creéis que la notas de prensa seguirán siendo el mejor canal para informar al
periodista? Sinceramente, pienso que sí: a pesar de todo, los comunicados todavía tienen una
larga vida por delante. Pero todo depende de nosotros: los comunicadores corporativos tenemos, ahora más
que nunca, la obligación de prestigiar nuestra mermada profesión. Y eso pasa,
también, por asesorar a nuestros
directivos (no todo es noticiable; no siempre tienen razón), por ponernos en la piel del periodista (redactemos
de manera impecable; destaquemos lo que realmente es interesante) y por ejercer con profesionalidad (no
molestemos al periodista; no enviemos correos masivos sin interés). Claro está
que todo esto sólo es capaz de aportarlo un comunicador corporativo
profesional, formado académicamente y comprometido con la gestión estratégica.
Nuestra guerra se libra en dos bandos: el intrusismo y las malas prácticas. De nosotros depende que en un futuro próximo tengamos la credibilidad que necesitamos para seguir ejerciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario