miércoles, 30 de octubre de 2013

¿Tu marca es capaz de emocionar?

¿A caso tú te comportas siempre de manera racional? Ya seas más o menos romántico, más o menos reflexivo, más o menos impulsivo... la mayoría de las decisiones que tomas a lo largo del día tienen una importante carga emocional. Es más: sabemos que en el proceso de compra, el factor emocional es, mayoritariamente, el determinante. Ante este panorama, ¿no crees que la manera de comunicar de la marca no debería apelar a las emociones? ¿No debería ser la gestión de la comunicación corporativa más experiencial y no tan racional?

De hecho, las grandes empresas y marcas ya hace tiempo que juegan a ser capaces de emocionar; a ser proveedores de experiencias. Son aquellas que priorizan el establecer un posicionamiento claro y diferenciado mediante valores intangibles como la motivación, la honestidad, la empatía, la autenticidad e incluso la humanidad. Valores que asociamos claramente a las personas y que, ahora, aplicamos a las marcas. Marcas que hasta ahora eran poderosas, distantes, tiranas y sordas y que, en la actualidad, tienden a humanizarse.

La apuesta por la comunicación emocional -aquella que es capaz de crear experiencias positivas en el target- debe ser transversal, empapando desde la identidad visual corporativa y las relaciones públicas hasta la publicidad. Una gestión integral que dote a la marca de personalidad y que sea capaz de satisfacer los deseos de los clientes. Starbucks, Apple, IKEA... así lo hacen. Pero también otras muchas pequeñas y medianas empresas sensibles con esta tendencia de comunicación.

Y nosotros, ¿cómo lo hacemos? Quizás estas 5 premisas te sirvan como punto de partida del vuelco emocional que necesita tu gestión de la comunicación corporativa:

1/ Tu empresa debe tener personalidad. Convierte la gestión de la identidad -que te ayuda a diferenciarte- en creación de personalidad -que te convertirá en único-.

2/ Tus clientes, por encima de todo, son personas. Trátalos con honestidad y dedicación para ganarte su confianza. Cuida los detalles, piensa en sus necesidades.

3/ No vendes productos o servicios: vendes experiencias. Debes ser capaz de dar respuesta a los deseos de tus clientes.

4/ Crea un mundo alrededor de tu marca. Con tu marca como excusa, crea un mundo auténtico, propio. Un universo que atraiga al target y que le aporte valor añadido.

5/ Empatía y más empatía. Conecta con tu público, aprende de él. Evita su frustración: la experiencia que le aporta tu marca debe ser satisfactoria en todos los sentidos.


*Si quieres profundizar en el tema, te recomiendo la lectura del capítulo 10 (Comunicación experiencial y sensorial, de Maria Jesús Merino y Juan Carlos Alcaide) del libro “Nuevas tendencias en comunicación”.

1 comentario:

XaviSM dijo...

Totalmente de acuerdo, generar un vínculo emocional es clave en la construcción de una marca. Pero, ¿realmente se es consciente de la importancia de hilar una historia o crear toda una experiencia a la hora de comunicar?