¿Y a quién no le ha pasado? ¿Quién no la ha liado en Twitter? Bueno, es
cierto que a un buen gestor profesional de comunidades y de contenidos nunca le
debería pasar... Pero, lamentablemente, se producen más errores de los que
creemos: que si se nos calienta la boca y soltamos en Twitter cualquier cosa
sin pensar, que si no calculamos el alcance de nuestra crítica, que si nos
equivocamos al citar a otro usuario, que si enviamos un mensaje privado en
público... En las redes sociales, como en todo, la podemos liar de muchas maneras. El problema es que liarla, aquí, es mucho más fácil y tiene mucha más
repercusión que en cualquier otro ámbito de la vida.
Es precisamente la inmediatez de las redes sociales -una de sus
grandezas- la que se convierte también en la principal amenaza para la
reputación corporativa. Por eso, ante una crisis, debemos responder
precisamente de inmediato para atajar cuanto antes el problema y que éste
repercuta lo menos posible en la reputación.
Pero.. ¿qué hacemos? Aquí van 5 consejos básicos -¡muy básicos!- para
salir de un apuro en Twitter:
1/ Cuenta con un profesional.
Quien mejor está preparado para enfrentarse a una crisis de imagen y reputación
es, sin duda, un comunicador profesional. Es él quien mejor puede guiarte ante
la que has liado...
2/ Tranquilidad. Te llegan
cientos de notificaciones criticándote. Tu timeline se llena de tuits que exageran lo ocurrido e incluso generan nuevos
rumores falsos. La marca se está resintiendo en cuestión de minutos... Sí, sí,
lo sé. Pero ante todo: tranquilidad. Nada de impulsividad ni improvisación.
3/ Responde. Pero,
sobretodo, ¡responde! Tu marca está en Twitter para hablar: tanto en lo bueno
como en lo malo. Ya te has calmado, así que toca reaccionar. Recaba información,
mantén la calma y argumenta educadamente tus respuestas. Tus seguidores esperan
tu opinión, tu argumento, tu rectificación si es necesario. No responder es
rendirte e incluso suicidarte en el contexto de la reputación digital.
4/ Di la verdad. Responder
con mentiras sólo te va a sacar de un apuro, pero no te va a salvar la crisis.
Al contrario: al descubrirse la mentira, la reputación de tu marca caerá
todavía más. Debes ser siempre honesto y asumir tu error. Tus seguidores te lo
agradecerán.
5/ No te vuelvas apocalíptico.
¿Cometes un error y ya te estás planteando salir de Twitter? ¿Decides no volver a tuitear más? ¿Lo que antes era
fantástico ahora es lo
peor? No, para nada: todo sigue igual.
Recuerda que las redes sociales son un territorio en el que todo el mundo puede
decir –casi- todo, por lo que las marcas están expuestas a
recibir críticas continuamente. Y esto no tiene por qué ser siempre malo: las
redes sociales te ayudan a conocer mejor a tus stakeholders, saber su opinión. Además, conoces de sobras el
dicho: una crisis siempre se puede convertir en oportunidad: aprenderás de este
error para saber qué es lo que molesta a tus seguidores y cómo es la mejor
manera para solucionar problemas similares.
La liaste en Twitter, sí. Pero un error bien gestionado se puede
quedar solamente en un hecho desafortunado, sin llegar a convertirse en una
profunda crisis de reputación.
Además, ¿y quién no se ha equivocado nunca?