¿A caso tú te
comportas siempre de manera racional? Ya seas más o menos romántico, más o
menos reflexivo, más o menos impulsivo... la mayoría de las decisiones que tomas a
lo largo del día tienen una importante carga emocional. Es más: sabemos que en
el proceso de compra, el factor emocional es, mayoritariamente, el
determinante. Ante este panorama, ¿no crees que la manera de comunicar de la
marca no debería apelar a las emociones? ¿No debería ser la gestión de la
comunicación corporativa más experiencial y no tan racional?
De hecho, las
grandes empresas y marcas ya hace tiempo que juegan a ser capaces de emocionar;
a ser proveedores de experiencias. Son aquellas que priorizan el establecer un
posicionamiento claro y diferenciado mediante valores intangibles como la motivación,
la honestidad, la empatía, la autenticidad e incluso la humanidad. Valores que
asociamos claramente a las personas y que, ahora, aplicamos a las marcas.
Marcas que hasta ahora eran poderosas, distantes, tiranas y sordas y que,
en la actualidad, tienden a humanizarse.
La apuesta por la
comunicación emocional -aquella que es capaz de crear experiencias positivas en
el target- debe ser transversal, empapando
desde la identidad visual corporativa y las relaciones públicas hasta la publicidad.
Una gestión integral que dote a la marca de personalidad y que sea capaz de
satisfacer los deseos de los clientes. Starbucks, Apple, IKEA... así lo hacen.
Pero también otras muchas pequeñas y medianas empresas sensibles con esta
tendencia de comunicación.
Y nosotros, ¿cómo
lo hacemos? Quizás estas 5 premisas te sirvan como punto de partida del vuelco
emocional que necesita tu gestión de la comunicación corporativa:
1/ Tu empresa debe tener personalidad. Convierte la gestión de
la identidad -que te ayuda a diferenciarte- en creación de personalidad -que te
convertirá en único-.
2/ Tus clientes, por encima de todo, son
personas. Trátalos con honestidad y dedicación para ganarte su confianza.
Cuida los detalles, piensa en sus necesidades.
3/ No vendes productos o servicios: vendes
experiencias. Debes ser capaz de dar respuesta a los deseos de tus
clientes.
4/ Crea un mundo alrededor de tu marca. Con
tu marca como excusa, crea un mundo auténtico, propio. Un universo que atraiga
al target y que le aporte valor añadido.
5/ Empatía y más empatía. Conecta con tu
público, aprende de él. Evita su frustración: la experiencia que le aporta tu
marca debe ser satisfactoria en todos los sentidos.
*Si quieres profundizar en el tema, te
recomiendo la lectura del capítulo 10 (Comunicación experiencial y sensorial,
de Maria Jesús Merino y Juan Carlos Alcaide) del libro “Nuevas tendencias en comunicación”.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, generar un vínculo emocional es clave en la construcción de una marca. Pero, ¿realmente se es consciente de la importancia de hilar una historia o crear toda una experiencia a la hora de comunicar?
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